Es aquí donde Rust, un lenguaje de programación menos conocido pero extremadamente prometedor, entra en juego. Pero, ¿qué hace que Rust sea tan atractivo para la IA? Hay varias razones clave:

  1. Alto rendimiento: El código de Rust tiene un rendimiento excepcional sin la sobrecarga de tiempo de ejecución propio de lenguajes interpretados como Python. Así, proporciona abstracciones de alto nivel que se compilan en un código máquina, tan eficiente como el de conocidos lenguajes de bajo nivel como C/C++.
  2. Seguridad de memoria sin recolector de basura: A diferencia de lenguajes como Java o C#, Rust garantiza la seguridad de la memoria sin necesidad de un ‘recolector de basura’ (un componente que libera automáticamente la memoria que ya no está en uso,). Esto se logra mediante su sistema de ‘propiedad’ y ‘préstamo’, que elimina las pausas impredecibles en la ejecución del programa, algo crucial para sistemas en tiempo real.
  3. Compilador optimizado: Rust utiliza LLVM como componente central de su backend, lo que optimiza el código Rust y le permite funcionar en una amplia variedad de arquitecturas de CPU.
  4. Prevención de carreras de datos: Las ‘carreras de datos’ son un problema grave en la programación concurrente, que conduce a comportamientos impredecibles y errores en el software. Pero el sistema de tipos, propiedad y reglas de préstamo de Rust puede garantizar que los programas multi-hilo estén libres de este problema.
  5. Administrador de paquetes Cargo: A diferencia de C/C++ y al igual que Python, Rust cuenta con un administrador de paquetes estándar, que facilita la escritura de aplicaciones Rust con dependencias y simplifica el proceso de desarrollo.
  6. Acceso directo al hardware: Al igual que C/C++ y a diferencia de Python, Rust permite a los desarrolladores acceder directamente al hardware y la memoria, lo que es esencial para la programación de sistemas y aplicaciones integradas.