Aprender a programar no implica saber Java, C# o Python, sino entender conceptos fundamentales como algoritmos, estructuras de datos, patrones de diseño, y buenas prácticas de codificación
En el mundo del desarrollo de software, hay un dicho recurrente, aunque no universalmente compartido: que los lenguajes de programación en sí mismos no importan tanto como las habilidades de programación subyacentes.
Para el profano, esto puede parecer una contradicción en un campo dominado por una miríada de lenguajes, cada uno con sus propias reglas y aplicaciones pero lo cierto es que, para ser un buen programador, hay cosas que importan más que la sintaxis específica de cualquier lenguaje.
Cuando los programadores se enfrentan a un problema, el primer paso es conceptualizar la solución en términos de pseudocódigo. El pseudocódigo es una representación de la lógica de programación que se puede describir como una representación simplificada y de alto nivel de un algoritmo, utilizando una mezcla de lenguaje natural y estructuras de control básicas.