En términos de programación y desarrollo web, HTML y CSS son y siempre han sido la dupla perfecta. HTML, pese a no ser un lenguaje de programación, sino un lenguaje de marcado (es decir, funciona por etiquetas, no es necesario programar), se encuentra en la cima. Esto se debe a su facilidad de uso y a su versatilidad. Las etiquetas que usas en HTML te servirán para organizar el contenido dentro de tu página web, estas van desde párrafos y títulos o subtítulos, hasta hipervínculos, multimedia o tablas.
CSS, por otro lado, son hojas de estilo en cascada (como su sigla lo indica), que le dan el toque chick a una página, es decir, por medio de CSS puedes embellecer la apariencia de tu página. Gracias a este lenguaje podemos cambiar el color de un texto y su tamaño, al igual que con las imágenes, que pueden ser configuradas a nuestro antojo.